VERSO

Verso fue fruto del desamparo durante años, ni se acordaba de lo que eran los buenos tratos cuando lo recogimos. Aún muestra cierta inseguridad, no confía del todo en las personas y solo se acerca a nosotros si ya nos conoce. Pero rota esa barrera es un perro mimosón, de esos que en silencio se te cuelan bajo el brazo y te miran con cara de corderito para arrancarte unas caricias gratis. Aún así, hay que ir despacio con él, porque si se siente acorralado puede buscar defenderse.

Se lleva bien con los demás perretes, pero es un abuelete y no tolera las tonterías de los más jóvenes del patio… Tantos años a la espalda han hecho que prefiera estar a su aire. Convive con ellos y sabe compartir, pero prefiere la tranquilidad de estar aparte.

Ahora se dedica a echarse siestas al sol en un colchón, a calentarse la tripa con la luz y a racanear alguna chuche de nuestros voluntarios.

Sólo necesita una oportunidad para convencerte.