CIRANO

Nuestro pequeño Cirano es un señor mastín en toda regla. Es grande, pausado, pachón, relajado, curioso y algo asustadizo.

El rescate de este pequeñín fue bastante difícil, corrió durante horas asustado por las calles de un pueblecito.

Sin nadie que lo alimentara ni cuidara, abandonado a su suerte… Al principio tenía mucho miedo y no se fiaba nada del ser humano. Fue complicado cogerlo, ya que nunca nadie le habían prometido confianza y seguridad. Por el propio miedo que tenía, nos gruñía huyendo despavorido tirando todo lo que se le cruzara.

No obstante desde que llegó al refugio, le enseñamos que el ser humano también le podía tratar genial. Dándole amor, chuches, comida, paseos y juntarle con otros divertidos miembros de su especie.

Por suerte ya ha cambiado un montón, y está deseando conocer gente nueva. Nada más vernos, se acerca a la valla para que le digas algo con esa mirada alicaída y tristona que tiene para atraerte. Mientras que al principio se quedaba escondido en alguna caseta hecho una bolita, sin querer saber nada de nadie.

Le encanta recibir mimos, y se acercará con frecuencia para que lo acaricies y estar junto a ti. Aunque a veces es un poco gruñón, se ha convertido en un gigante osito amoroso. Sabe pasear con la correa sin problemas y es muy tranquilo. Va a su paso de mastín, sin mucha pausa pero sin prisa.

No es un gran apasionado de los juguetes y pelotas, él prefiere quedarse a tus pies tumbado dándote compañía. Está deseando conocer a alguien a quien cuidar y que lo cuide…

¿Estás dispuesto a conocer a este tierno bebé gigante? ¡Te está esperando!