Entrada a Prote: mayo 2025
Choco llegó al refugio con mucho miedo. No confiaba en las personas y reaccionaba con desconfianza porque era la única forma que conocía de protegerse. El mundo le resultaba hostil, y el contacto humano le asustaba profundamente.
Pero con paciencia, cariño y constancia, Choco ha empezado a florecer. Ahora se muestra más abierto, curioso… incluso empieza a acercarse por sí mismo a pedir atención y caricias. Aún le queda camino por recorrer, pero ya ha dado los pasos más importantes: los que demuestran que quiere confiar.
Lo que necesita ahora es un hogar tranquilo, una familia que respete sus tiempos, que no tenga prisa y le acompañe con amor en su proceso. Alguien que le enseñe que la vida puede ser bonita y segura.
Con otros perros convive sin problema. No busca conflicto, los ignora, así que puede compartir hogar con otros peludos sin dificultad.