VOLKAN

Toda la vida tirado en una parcela. Sin nada que hacer, sin nadie a quien seguir, sin una familia a la que amar… Lo peor es que Volkan tenía un propietario, pero a veces tener dueño no significa nada.

Él vivía sólo. Y como mucho se sentía acompañado cuando le daban de comer. O cuando le echaban el agua caliente que escaseaba en su cuenco… Pero ya todo eso quedó atrás.

Ahora disfruta de la compañía de sus congéneres. Vive rodeado de perretes y humanos comprometidos con su futuro. Y con mucho amor para apoyarle.

Ha creado un precioso vínculo con los voluntarios. Ha sido un trabajo duro y constante, pero ya nos hemos ganado su confianza. Ahora solo le falta fiarse del todo de los desconocidos, y disfrutar de la compañía de cualquiera.

Cuando llegó, no entendía nada. El pobre solo se metía en una caseta y nos gruñía pidiendo espacio. Pero el cariño, las chuches para engordar y los mimos diarios han conseguido maravillas con él.

Es independiente respecto al resto de perros, pero sabe convivir a la perfección con ellos. Siempre evita los conflictos, y prefiere llevarse bien con todo el mundo.

Sólo necesita una oportunidad para enamorarte. Ya que sabemos que será el mejor hijo que podrás incluir en tu familia. ¿Te animas a conocerle?