PABEL

Una vez más recibimos una llamada desesperada, alguien que lucha por la justicia animal nos pide ayuda… Cuatro inocentes animales malviven en una finca abandonada. Algún día alguien vivió allí, pero ya no queda ni rastro de lo que parecía ser un hogar.

Por suerte hemos conseguido traerles hasta nuestro cobijo. Y podemos ver en sus ojitos que la vida les ha otorgado una segunda oportunidad.

Pabel es otro de estos pequeños afortunados. Su desgracia fue nacer en el lugar equivocado. Ya que después de muchos años siendo querido, ahora se encontraba encerrado y abandonado en su propia casa.

Se hace el valiente y el confiado para animar a sus hermanos, pero en realidad tiene miedito por todo lo que ha tenido que pasar. Por suerte está avanzando a pasos agigantados, y se muestra muy confiado con su nuevo entorno. Pero aún necesita un buen empujón de cariño para ser un perrito seguro del todo.

Aún el miedo se apodera de él cuando intentamos salir a pasear, se bloquea y no anda con la correa. Aunque con lo que adora las chuches, no tardará en pasear sin problemas.

Por otro lado disfruta un montón de nuestros mimos y caricias, y ya reconoce a los voluntarios de lejos. Lo que nos da fuerzas para seguir trabajando con él, ya que sabemos que saldrá adelante.

Necesita una familia motivada y paciente, que quiera ayudarle a avanzar en sus inseguridades con la mejor de las sonrisas… ¿Te animas?