Entrada a Prote: Diciembre 2020
El caso de Bono, este precioso mestizo, no comienza sino de las peor de las maneras.
Él vivía junto a otros dos perros en la casa de una persona. Cuyos problemas con la bebida acabaron muy mal, como siempre, para los animales.
Los vecinos, hartos de la situación, llamaron a la policía tratando de librarles de aquel infierno. Cuando acudimos a su llamada, la escena era grotesca: una persona desequilibrada, dos perros hacinados y un perro muerto.
Su “propietario” era una persona con problemas relacionados con la salud mental y el alcoholismo. Como de costumbre las víctimas son ellos, y demasiadas veces acaban pagando con su vida.
Bono ha sufrido como el que más este abandono. Carga con el gran peso del miedo. Sus inseguridades son notables desde el primer momento en el que le conoces. El pobre sólo sabe ladrar para que no te acerques. Es su manera de apartar de él mismo lo que más le atemoriza en el mundo, las personas. Por supuesto le aterroriza andar con la correa, y aún no se deja manipular.
Esto va a ser difícil, pero vamos a intentar regalarle nuestro mejor lado. Y por eso, le hemos susurrado desde lejos este comunicado:
“Queremos mostrarte que no todos los humanos somos iguales: Que puedes confiar en nuestras buenas intenciones. Que ya no habrá espacio para el miedo y el dolor. Que tienes mucha más valía de la que jamás imaginaste.
Nuestro objetivo es que puedas ser adoptado. ¿Sabes lo que significa eso?… Vas a tener un colchón sólo para ti. Nunca te faltará agua, comida ni chuches. Van a quererte y valorarte, aunque tú no estés acostumbrado. Te van a acariciar todos los días la tripita, y te van a agarrar un poquito de los mofletes. Podrás vivir tranquilo y feliz, aunque no sabes aún lo que eso significa.»
¿Nos ayudas a hacer realidad nuestras promesas?
