Entrada a Prote: Mayo 2021
La energía y el desparpajo sobrepasan a este chicharrón. Pasó años encerrado en una casa, haciendo sus necesidades en una terraza e intentando sobrevivir en la medida de lo posible. Por este motivo, y fruto de la privación de libertad, no es sociable aún con otros perros.
Está estudiando en la escuela del refugio. Aprendiendo a pasear entre otros perros para más adelante poder convivir. Pero de momento necesita de paciencia y manejo para lograrlo.
Por suerte es un chico muy aplicado que se ha puesto patas a la obra, y ya ha mejorado un montón. Lo bueno, es que es extremadamente bueno con las personas. Le encanta pasar ratitos con los voluntarios, y es todo un gran aficionado del juego. Gracias a sus amadas pelotas y mordedores, está aprendiendo obediencia y trucos habilidosos. Se muere por estos ratitos de juegos compartidos, y será muy feliz con alguien que lo disfrute a su lado.
Tanto tiempo encerrado han hecho que siempre quiera aprovechar más el tiempo. ¡¡Parece que nunca se cansa de brincar!!
Necesita una familia muy activa, deportista, divertida, graciosa, cañera, cariñosa y alegre… ¡Como Ares!
Es el integrante perfecto de una familia aventurera y montañera. De esas que adoran pasear por el campo y descubrir nuevas rutas con su hijito peludo. Si crees que puedes darle una buena vida a este chiquitín, no dudes en preguntar por él…